Sin darnos cuenta avanzamos hacia un mundo más dependiente de las creaciones electrónicas en nuestras vidas. Por suerte, todo ello se realiza para facilitarnos las tareas cotidianas.
Por ejemplo, en el mundo del automovilismo. Año tras año aumenta la vigilancia por parte de las fuerzas policiales, entre los que destacan los controles de radar. Ya no basta con manejar nuestro vehículo hasta el destino sin tener percance alguno, sino que también debemos vigilar la velocidad a la que lo hacemos para evitar así que nos sancionen.
Ésto resulta una tarea extremadamente estresante, que además puede distraernos de lo realmente importante: prestar el 100% de la atención a la carretera. Gracias a la electrónica podemos centrarnos en ello, ya que los detectores de radares de última generación estarán pendientes de que los arcenes estén despejados de vehículos camuflados dispuestos a multarnos.
Asimismo, ya sea en el ámbito doméstico, en la empresa... contamos con el gran invento de las cámaras ip. La seguridad hoy en día podemos controlarla nosotros mismos con éstos dispositivos, grabando imágenes, transmitiéndolas a tiempo real vía internet o red local, o con un sistema de detección de movimiento, por citar algunos usos. Su simplicidad de uso sumado a su bajo coste nos permite instalar un conjunto de videovigilancia que hace unos años tendría un precio al alcance de muy pocos.